viernes, mayo 05, 2006

Eso, por creer en la magia

Acabo de leer en '¡Qué!', que a un hombre le han estafado 15 mil euros de la forma más tonta. Esta es la noticia.

El protagonista de esta historia tenía un problema y solucionarlo le salió muy caro. Iba por la calle rumiando sus cuitas cuando la ofrecieron un papel en el que un individuo se ofrecía a solucionar todo tipo de problemas, bien sobre salud, bien sobre amor, bien sobre la esquiva suerte. Llamó y fue citado por el supuesto sanador, que le pidió que llevara una fuerte suma de dinero en un sobre. El incauto acudió con 15 mil euros que, tras ser utilizados en la 'sanación' le fueron devueltos con la promesa de que se convertirían en 60 mil en tres días. Al abrir el sobre sólo había papeles. El timador ya está detenido.

Punto uno: El dinero no sale de la nada. No, sólo los niños menores de 10 años (y los miembros de la familia real) creen en esas cosas, incluyendo reyes magos, el ratoncito Pérez...

Punto dos: O este tío estaba en un problema muy grave, o no tiene nada que ver con el asunto económico. Aunque yo creyera en estas cosas, sería incapaz de acudir con 15 mil euros a ningún lado (¿de dónde saco yo quince mil euros, eh?)

Punto tres: Chaval, te lo mereces por idiota. Vale creer que te van a curar un herpes, o que te va a volver tu novia, pero... ¿creer que tu dinero se va a triplicar sin pedir nada a cambio? Tsk, tsk, tsk...

3 Comments:

At 2:04 a. m., Anonymous Anónimo said...

en serio hay gente tan parda en el mundo? jope, cuesta creer que haya gente capaz de creer que los billetes se reproducen como si nada. parece que nunca hayan tenido que ganarselos!

 
At 11:01 a. m., Blogger garfielz said...

El problema de este sujeto no debia ser economico cuando tenia a su disposición 15.000 euros que podia sacar sin problema en metálico e ir enseñandoselos al primer desconocido que se cruza por la calle. Mas bien el problema que tenia es que es idiota y no se entera. Y así le va.

 
At 6:08 p. m., Anonymous Anónimo said...

Es increible que alguien se deje engañar de esa manera, a no ser que el problema fuera tan grave que se obcecara tanto que no sabía lo que hacía. Está claro que los milagros no existen.
Seguirá habiendo gente que se deje engañar.

 

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